Andrea Martínez
29 de marzo. Hasta hace unos años el único equipo de perifoneo conocido en Huajuapan, que además era parte esencial de las fiestas tradicionales, era el de Don Juan Herrera Loyola, conocido como “Chinuni”; hoy en día la actividad ha adquirido otro tinte, al convertirse en una importante herramienta publicitaria, pero también en un generador más de la contaminación auditiva.
Así se expresó sobre el tema Rosario Gómez Hernández, ciudadana huajuapeña.
“Queremos saber quien regula, quien se encarga de las personas que andan haciendo promociones o publicidad en los diferentes vehículos, a veces a altas horas de la noche y es un momento en que después de una jornada laboral lo que queremos es descansar”.
Y es que los avances tecnológicos han hecho más nítido el sonido de los perifoneos, pero también más potente.
La especialista en otorrinolaringología Sofía Molina Cuevas, afirmó que el ruido ocasiona frustración en las personas.
Y es que cuando éste se mantiene durante horas, aunque no sea muy fuerte puede llegar a lesionar el oído interno, lo que puede ocasionar un zumbido dentro del mismo, esto es lo que se conoce como trauma acústico.
Asimismo explicó que el ruido genera una contaminación auditiva que continuamente no permite que las personas descansen o realicen en calma sus actividades, y en consecuencia causa alteraciones nerviosas.
La especialista precisó cuales son algunas situaciones consideradas como ruido, que llegan a casas y comercios sin que así lo decidan las personas: “Son los cohetes, el ruido del gas, ruido de la basura, todo eso molesta y llega a causar problemas intradomiciliarios y no se diga en la calle.”
Molina Cuevas ilustró cómo tales factores pueden causar el trauma acústico, al citar el caso de algunas amas de casa, quienes al someterse a los constantes anuncios de eventos, promociones de frutas o verduras, agua embotellada, y el ruido de aparatos electrodomésticos propios o de vecinos, llegan a padecer un zumbido permanente que durante el día se camuflajea con el ambiente, pero en las noches es más perceptible y molesto.
José Manuel Ríos González, se dedica a hacer perifoneos y asegura estar conciente de que puede su actividad puede ser molesta para algunos, en cambio dijo, es útil, es también un medio de trabajo, y no es el único factor que ocasiona la contaminación auditiva.
“Nosotros tratamos de defendernos o de ver la situación por el lado de que es nuestro trabajo y si tenemos que ser un poco conscientes y modularnos un poquito en cuanto al volumen y tratar de hacerlo en todas las áreas”, dijo.
Agregó que la administración pasada reguló en cierta forma su actividad, al cobrarles un impuesto mensual por perifonear, pero además indicándoles que el sonido debía ser suspendido en el primer cuadro de la ciudad y moderado en centros religiosos, escuelas y hospitales.
Además el horario permitido para su actividad es de 8 de la mañana a 8 de la noche, para no intervenir en el descanso de las personas.
En ese sentido apuntó que si se trata de señalar a quien ocasiona sonidos intensos, el ruido nocturno que se vive en el centro de la ciudad es más molesto, ya que continuamente se realizan arrancones de autos, o bien, conductores transitan con el estéreo a un volumen elevado durante la madrugada, provocando inclusive, que las ventanas de las casas vibren, en tanto, el ruido ocasionado por perifoneos, no es con el afán de molestar, simplemente es su trabajo.
“Es una forma de trabajo, una forma de cómo llevar los alimentos a nuestra casa, a nuestra familia y también por eso tratamos de cuidarlo, de normarnos o regirnos a lo que nos pidan”, puntualizó.
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