Beatriz García
08 junio. En la Mixteca, uno de cada cuatro niños menores de cinco años sufre algún grado de desnutrición, esto debido a las condiciones de pobreza y marginación que sufren los habitantes de esta región.
Gerardo Rodríguez, investigador del departamento de Estudios Experimentales Rurales del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán dio a conocer que a través de una encuesta realizada en el estado de Oaxaca en el año 2006 detectaron que aún cuando a nivel estatal han mejorado el peso y talla de los niños en relación a su edad, algunas regiones como la Mixteca siguen presentado altos índices de desnutrición infantil.
Destacó que la desnutrición es la mayor fuente de enfermedades y muerte prematura en los países en vías de desarrollo y que en México el porcentaje global de desnutrición en niños menores de cinco años es de casi el 30 por ciento de la población, de los cuales, casi la mitad se encuentra en situación de desnutrición grave o padece anemia.
Asimismo informó que el 77 por ciento de los niños con alto grado de desnutrición se encuentran en el medio rural, pues, argumentó, es en estos lugares donde factores como la pobreza y la falta de educación influyen en la calidad de vida de los habitantes.
En este sentido, explicó que en la Mixteca las condiciones de las viviendas, así como el analfabetismo de las madres de familia determinan la situación que debe enfrentar un menor en cuanto a una mala alimentación.
El hecho de que en la región las viviendas cuenten con pisos de tierra propicia condiciones insalubres y riesgo de contaminación de los alimentos, de igual manera, la costumbre que existe de preparan alimentos en fogones al nivel del piso implica que la comida pueda infectarse con pelos de animales o microbios del ambiente.
Este problema se agrava debido a que las madres de familia no cuentan con la preparación necesaria para atender las recomendaciones por parte de las instituciones públicas de salud o para advertir las señales que indican desnutrición en un niño.
Por otra parte, señaló que la magnitud de este problema y su incidencia a lo largo de todo el país ha obligado a la instrumentación de diversos programas para abatirlo, los cuales han sido muy diversos en magnitud y extensión.
Sin embargo, puntualizó, a pesar de todos los esfuerzos realizados, los programas implementados, hasta ahora, han mostrado graves limitaciones de las instancias públicas en materia de su planeación, coordinación, operación, seguimiento y expansión de los mismos, pues, dijo, es muy común que la ayuda alimentaría y los beneficios de programas sociales no lleguen a las personas que verdaderamente lo necesitan.
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