Andrea Martínez
2 de abril. Tras depositar en la fosa común los restos de la joven quemada hallados en Santa María Xochixtlapilco el pasado sábado, el coordinador de panteones, Esaú Rosales Guzmán, explicó que cada cuerpo enterrado ahí tiene su propio lote, y que queda un expediente con fotografías por una posible futura identificación.
Normalmente se piensa que la fosa común es una cavidad donde quedan amontonados los cuerpos no identificados, sin embargo, la realidad es diferente, pues al igual que en el resto del panteón, cada cadáver tiene un espacio propio y es depositado en una caja.
La única diferencia es que en la parte exterior de la sepultura no hay datos personales del fallecido, excepto en el caso de un hombre que después de sepultado lo identificaron sus amigos a través del archivo fotográfico.
Días después colocaron una leyenda con el nombre; de las otras tumbas de desconocidos algunas también tienen cruces que ha colocado personal del panteón cuando éstas son desechadas de otros sepulcros.
Esaú Rosales explicó que antes de que un cuerpo sea asignado a la fosa común se hacen anuncios en la radio, en los que se mencionan la edad aproximada, vestimenta, y señas particulares.
Finalmente indicó que la joven quemada es la primer persona que se deposita en dicho lugar en lo que va del año.
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