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Alfareros de Tonaltepec, en riesgo de desaparecer

Rafael Ramírez

10 de junio. La alfarería es uno de los oficios que año con año desaparecen en la mayoría de comunidades mixtecas, el principal flagelo es la migración hacia otros estados de la República y los Estados Unidos.

Hace mas dos décadas la mayoría de pobladores del municipio de Santo Domingo Tonaltepec, en el distrito de Teposcolula, basaban su actividad económica en la manufactura de ollas, jarros, cántaros, casuelas y cómales, que vendían en toda la región, según comentó Celso José Ramírez, uno de los pocos alfareros que se resisten abandonar la actividad.

Dijo que en el pasado la venta de los productos de barro era el principal sustento de las familias, pues en muchas ocasiones la producción era insuficiente para abastecer la demanda de compradores de la región; sin embargo la carestía de la canasta básica obligó a los tonaltecos abandonar su tierra en busca de mejores horizontes.

“Por lo que me platican que iban a Teposcolula, Tamazulapan, en los días de mercado a expender sus productos. A veces hacían dos hileras de loza en el mercado de Teposcolula y Tamazulapan y todo esto se vendía suficiente, es decir no alcanzaba para toda la región", dijo.

En la actualidad, la alfarería de Tonaltepec, está en riesgo, pues una minoría conserva el oficio que complementan con su principal actividad, la agricultura.

“Debido a la migración de nuestra gente esto se ha ido perdiendo poco a poco. Ahorita contamos con alrededor de unas 15 o 16 personas las que elaboran el material de barro", señaló.

Los años de abundancia cambiaron pues quienes todavía conservan el arte de manipular el barro, fabrican los utensilios de cocina solo para autoconsumo y destinan poco producto a la venta, en tanto los días de antaño se van quedando en el recuerdo, según expresó el también regidor de hacienda de Tonaltepec.

“Yo recuerdo también que los sacábamos en burros por los pueblos cercanos para ir a expenderlos y de esta manera encontrar el sostenimiento para la familia. Se cambiaba con semilla y a veces dinero y todo eso era para el beneficio de la casa" relató.

Fabricar jarros, ollas o comales, es todo un ritual de familia que requiere esmero y dedicación durante días, pues seleccionar el barro, llevarlo al taller, traer la leña para el cocción, es tarea del varón, en tanto a la mujer le toca dominar con sus manos esa materia que mas tarde se convertirá en el utensilio de cocina de las amas de casa.

Marcelino Cruz Cruz, otro de los alfareros especialista en la fabricación de comales, que toda familia utiliza para la cocción de tortillas, explica el peregrinar que pasa por cada pueblo para ganar cada quince días menos de 500 pesos por la venta de su producto.

“Es mas el gasto que se hace porque se va uno dos o tres días. Hay que comprar los alimentos para los animales y para nosotros”, dijo.

A pesar de los programas de ayuda que implementa el gobierno federal como es Oportunidades, los alfareros de Tonaltepec requieren otros incentivos para revivir el oficio de la alfarería y así mejorar la situación de las familias, pues es mejor “enseñarles a pescar que darles el pescado”.

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