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EDITORIAL. El despido de Lilly Téllez, ¿otra coincidencia?

04 de octubre. Este jueves, la senadora panista Lilly Téllez dio a conocer a través de sus redes sociales que ya no participará en el programa de radio que conduce Ciro Gómez Leyva porque Radio Fórmula decidió suspender sus participaciones semanales.

El de Lilly Téllez se suma a los despidos de periodistas y colaboradores de diversos medios, que se registraron durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, principalmente en el último año de su mandato.

Entre los casos más sonados se encuentra el de Laura Brugés, despedida de manera injustificada de Radio Fórmula en marzo de este año, después de que Ana Elizabeth García Vilchis la acusara en la conferencia mañanera del presidente de formar parte de una campaña mediática para atacar al mandatario. Asimismo, los de Carlos Bravo Regidor, quien fue cesado del periódico Reforma, y de Azucena Uresti, despedida de Milenio Televisión, ambos en esas mismas fechas.

Desde el inicio de la administración de López Obrador y hasta el mes de marzo de este año se contabilizaban al menos 30 despidos de periodistas “incómodos” para el gobierno en turno, entre quienes destacan Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo “Brozo”, Ricardo Alemán, Carlos Alazraki, León Krauze, Sergio Sarmiento, Ángel Verdugo, Ana Paula Ordorica, Adela Micha, Javier Solórzano, Carlos Marín y hasta Ricardo Rocha, por mencionar solo algunos.

En la mayoría de los casos se ha argumentado que los despidos obedecieron a decisiones de las empresas por ajustes en sus equipos y contenidos; en otros ni siquiera se dio una explicación, y en todos ellos se dijo que el hecho de que se dieran poco después de algún señalamiento gubernamental o de la publicación de temas adversos al Ejecutivo se trataba de una “mera coincidencia”.

Aunque no está documentado que los ceses hayan obedecido a órdenes, peticiones o “sugerencias” del entonces presidente, en muchos ciudadanos quedó la percepción de que se trató de actos de censura o de autocensura relacionada con la asignación de la publicidad oficial, pues aunque su monto disminuyó significativamente en relación con los gobiernos anteriores –78.7 por ciento con respecto del de Enrique Peña Nieto–, se siguió manejando de manera absolutamente discrecional. En los primeros cinco años del gobierno de López Obrador se gastaron 14 mil 500 millones de pesos en publicidad, pero solo tres medios –Televisa, La Jornada y TV Azteca– resultaron beneficiados con 4 mil 079 millones que representan poco menos de la tercera parte del total.

La salida de Lilly Téllez de Radio Fórmula no es buen signo. El que haya ocurrido solo dos días después de la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum se podría interpretar como un anuncio de que la nueva mandataria podría seguir la política de su antecesor con respecto de los medios de comunicación y de los comunicadores. Deseamos sinceramente que no sea así; al contrario, que la mandataria honre el compromiso que realizó en su primer mensaje a la nación en el sentido de que respetará las libertades y los derechos humanos.

Ojalá el despido de Téllez sea solo otra coincidencia… aunque las coincidencias ya sean muchas.  

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