31 de Julio. Juana Hernández, representante de la Diosa Centéotl 2024 originaria de Santiago Juxtlahuaca, quien ha sido la figura simbólica representativa de la cultura y la tradición de los pueblos originarios y la máxima fiesta de los oaxaqueños la Guelaguetza 2024, expresó su preocupación por la escasa valoración y reconocimiento que estos pueblos reciben en la actualidad.
“Nuestra voz no es escuchada, no es respetada, no somos valoradas como ese ente sagrado portador de vida y conocimiento, cuidadora de estas tradiciones ancestrales que son nuestro origen”.
En un mensaje cargado de significado cultural y social, la diosa Centéotl destacó cómo las comunidades indígenas han sido históricamente marginadas y cómo esta tendencia persiste en la actualidad, a pesar de su rica herencia cultural y sus significativas contribuciones a la identidad nacional.
“El aceptar este certamen era la oportunidad de decir quiénes somos los mixtecos, las ñusavi, las jóvenes, la diosa siempre ha trabajado de manera comunitaria en pro de su comunidad y visibilizar todas las problemáticas de nuestra gente”.
La Diosa Centéotl hizo un llamado para reconocer y valorar adecuadamente a los pueblos originarios. Declaro la necesidad de promover el respeto a sus derechos, la preservación de sus tradiciones y el acceso a oportunidades equitativas en todas las esferas de la vida.
Juana Hernández también instó a la sociedad a superar estereotipos y prejuicios, fomentando una mayor comprensión y aprecio por la riqueza cultural y la sabiduría ancestral de los pueblos originarios.
La declaración resalta la importancia de reconocer el papel fundamental que estos pueblos juegan en la diversidad cultural y en el tejido social del país, pidiendo un compromiso real para abordar las desigualdades y garantizar un futuro más inclusivo y respetuoso para todos.
Denise Luengas
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