** “Zabaleta Sinfónico” se presentó en el auditorio de la URSE **
18 de diciembre. Cuando las luces de la sala se apagaron y el escenario se iluminó, se escucharon las primeras notas de la orquesta enmarcadas por el aplauso del público.
Como un adelanto de lo que habrían de ser las dos horas siguientes, los acordes del intro, conformado con fragmentos de éxitos de compositores e intérpretes como Agustín Lara, Juan Gabriel, Marco Antonio Solís, Ana Gabriel y Cristian Nodal, entre otros, sin faltar el toque operístico, hicieron vibrar el auditorio de la URSE en la ciudad de Oaxaca.
El aplauso resonó con mayor intensidad cuando Susana Zabaleta, enfundada en un vestido negro, llenó el foro con su belleza y su personalidad. Era apenas el principio del tributo que la soprano originaria de Monclova, el tenor oaxaqueño Rodrigo Petate y los integrantes de la Banda Municipal “José López Alavés” de Huajuapan de León, con un ensamble de cuerdas y piano de músicos oaxaqueños, rindieron la noche de este viernes a Euterpe, la diosa griega de la música.
Luego, los primeros temas: “Como tu mujer”, “Quien como tú”, “Mucho Corazón”, “Amar y vivir”, “Cachito” y “El dinero no es la vida” precedieron el primer momento operístico en el que con su voz privilegiada interpretó “O mio babbino caro”, de Giacomo Puccini, y “La Habanera”, de Georges Bizet.
Después de agradecer a los asistentes, mencionó que esa era la tercera vez que le acompañaban los músicos huajuapeños -jóvenes en su mayoría- y destacó que el más pequeño de ellos, Johan, cuenta con solo 11 años de edad.
Con su peculiar estilo pícaro, desparpajado, irreverente, Susana interactuó con el público, al que arrancó la carcajada y el aplauso, pero también el silencio respetuoso cuando leyó versos de Jaime Sabines y de María San Felipe
La artista abandonó el foro para realizar un cambio de vestuario mientras la orquesta interpretaba un popurrí de temas del compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo.
La segunda parte del concierto denominado “Zabaleta Sinfónico” inició con un tema de Agustín Lara, “La cumbancha”, en el que las percusiones jugaron un papel protagónico. Fue el preámbulo de dos de los temas más gustados de la noche: “Secreto de amor” de Joan Sebastian y “Adiós amor” de Cristian Nodal.
Le siguieron “Traguito” de Ile, y “Un beso de esos” de Senet, que dieron paso a un popurrí de éxitos de Juan Gabriel. Con este último, Susana agradeció una vez más al público, a los músicos y al tenor invitado, y se retiró del escenario; pero las palmas le hicieron regresar para protagonizar dos de los momentos más emotivos de la noche: el primero de ellos cuando interpretó a dúo con el tenor Rodrigo Petate “The preyer”, un nostálgico tema que –según refirió– es una plegaria apropiada para los tiempos actuales caracterizados por la pos pandemia, el cambio climático y las guerras.
El segundo momento, que vendría a ser el final-final, fue cuando pidió a la oaxaqueña Alejandra Robles “La Morena”, quien se encontraba entre el público, que subiera al escenario para cantar a dos voces “Bésame mucho”, el emblemático tema de Consuelito Velázquez.
La soprano se retiró del escenario, ahora sí de manera definitiva, pero ante el aplauso del público, los integrantes de la Banda “José López Alavés”, bajo la batuta del maestro Juan Pablo Galicia Loyola, pusieron nuevamente el toque oaxaqueño y prendieron una vez más a los asistentes al interpretar “Flor de piña” y la “Canción mixteca”.
Sin embargo, el verdadero broche de oro ocurrió tras bambalinas mientras el público abandonaba el auditorio. Después de agradecer personalmente a los músicos y posar con ellos para la foto del recuerdo, de manera espontánea, los tres integrantes del coro despidieron a la soprano cantándole el “Dios nunca muere”, conmoviéndola y provocando lágrimas en algunos de los integrantes de su equipo.
Así concluía una noche de música, de fiesta, de emociones; una noche con sabor a Oaxaca; una noche verdaderamente mágica.
– Francisco Círigo
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