20 de octubre. Hace una semana pasó por varios municipios de la región Mixteca, entre ellos Huajuapan de León, la Carrera Panamericana en su edición número 36.
En esta región se registró un incidente inédito: autoridades de la zona norte del distrito de Huajuapan bloquearon durante algunos minutos la carretera federal 125 Huajuapan-Tehuacán, obligando a los competidores a detener su marcha.
Con esta protesta pretendían llamar la atención para ser escuchados por las autoridades federales y obtener una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de plantearle de manera directa diversas demandas relativas a necesidades de sus municipios, pero principalmente la rehabilitación de la carretera federal 125 Huajuapan-Tehuacán.
Días antes de su insólita protesta habían exigido a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) del Gobierno federal la rehabilitación del tramo Huajuapan-Santiago Chazumba, argumentando que el bacheo realizado para posibilitar el paso de los competidores de la Carrera Panamericana era solo una solución momentánea, dado el grave deterioro de la carpeta asfáltica.
La demanda de las autoridades de los nueve municipios de la zona es a todas luces legítima. Cualquier persona que haya tenido la necesidad de viajar por esa vía de comunicación coincidirá en que se encuentra en condiciones deplorables y que esta situación se agrava en la temporada de lluvias.
Uno de los programas emblemáticos del presidente López Obrador es el de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales, por medio del cual se han pavimentado de manera artesanal, con la mano de obra de las propias comunidades, los accesos a localidades que durante décadas se habían mantenido en el olvido.
A pesar de que este programa no ha estado exento de fallas, vicios y presuntos malos manejos de recursos, como los denunciados en los casos de los tramos Mixquixtlahuaca-Zapoquila y Santiago Apoala-San Miguel Chicahua, por mencionar solo dos ejemplos cercanos, es indudable que en este aspecto ha habido avances significativos. Sin embargo, un pendiente de las actuales administraciones federal y estatal es la rehabilitación de las carreteras federales y locales, las cuales muestran los estragos de un abandono ancestral.
Desafortunadamente las perspectivas para el próximo año no son favorables, pues en el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2024 se contempla un recorte del 3.2 por ciento a la SICT, además de que gran parte de los recursos que ejercerá esa dependencia se destinarán a las obras emblemáticas del presidente de la república.
No falta razón a las autoridades de la zona norte al levantar la voz para exigir que la SICT y Caminos para el Bienestar vuelvan la vista hacia las carreteras de esta región, cuyas condiciones afectan a quienes tienen la necesidad de circular por ellas, tanto por el daño que ocasionan a los vehículos y por el riesgo de accidentes, como por los constantes asaltos de que han sido víctimas numerosos ciudadanos; pero habría que valorar si la interrupción momentánea de la Carrera Panamericana ayudará a alcanzar el objetivo planteado o, por el contrario, perjudicará a la Mixteca y a la entidad.
No se tiene registro de que en algún otro punto del país se haya realizado un bloqueo carretero, así haya sido momentáneo, al paso de los pilotos, por lo que existe el temor de que los organizadores tomen la decisión de cambiar la ruta y dejar fuera a esta región.
Eso ya ha ocurrido anteriormente: la primera vez fue en el año 2006, cuando la carrera fue desviada hacia el estado de Veracruz debido al conflicto protagonizado por la Sección 22 y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO); lo mismo ocurrió en el año 2016, debido a los bloqueos, conflictos políticos e inseguridad derivados del enfrentamiento registrado en Nochixtlán; y de 2018 a 2021 tampoco pasó por Huajuapan.
La Carrera Panamericana deja una derrama económica, pero sobre todo representa una promoción nacional e internacional muy importante para los lugares por donde pasa.
Durante muchos años, Huajuapan ha recibido ese beneficio, sobre todo cuando se ha instalado un punto de servicio en esta ciudad. Serían muy lamentable que, por una protesta ciertamente legítima pero que afectó el desarrollo de la competición, los organizadores decidieran cambiar nuevamente la ruta, porque lo que menos desean es verse involucrados en conflictos con los que nada tienen que ver.
Ojalá esto no ocurra, porque si fuese así, nos habría salido más caro el caldo que las albóndigas.
– Facebook: Sistema Radiofónico Informativo