Sistema Radiofónico Informativo

EDITORIAL. Incendios forestales, un grito de alerta

25 de marzo. Hace apenas tres semanas, el presidente municipal de Santiago Juxtlahuaca, Arsenio Mejía García, confió en que en el lapso de un mes se generarían las condiciones necesarias para el retorno de 123 familias desplazadas de Tierra Blanca, Copala, a su comunidad de origen.

Sin embargo, a partir del fin de semana pasado se registraron diversos hechos de violencia de los que se responsabilizan mutuamente el MULT y el MULTI, entre ellos emboscadas y ataques armados que ya cobraron la vida de una persona.

La reactivación de la violencia ha frenado los avances logrados en las mesas de diálogo en las que participaron funcionarios de los gobiernos federal y estatal, así como representantes de las organizaciones con presencia en la zona triqui.

De manera paralela a los hechos de violencia inició un incendio forestal que este jueves había consumido unas 20 hectáreas de bosques en jurisdicción de Yosoyuxi, y que según la dirigencia del MULTI, habría sido provocado por integrantes del MULT para frenar el retorno de los desplazados.

El incendio no ha sido controlado por falta de condiciones de seguridad para los elementos de Protección Civil de Santiago Juxtlahuaca, por lo que las autoridades municipales demandan la intervención de las comisiones forestales nacional y estatal (Conafor y Coesfo, respectivamente) así como de las fuerzas de seguridad federales y estatales, para garantizar la seguridad y la vida de los brigadistas.

De ser ciertos los señalamientos del MULTI en el sentido de que el incendio fue provocado, sería muy lamentable que a la ya de por sí grave situación que prevalece en la zona triqui desde la década de los cuarenta del siglo pasado por causa de un conflicto interétnico que parece no tener fin y que ha costado decenas de vidas humanas, se sumara la deliberada destrucción de la naturaleza.

Pero aun cuando las causas del mencionado incendio fuesen otras, lo que está fuera de toda duda es que el conflicto y la situación de violencia que se vive en esa zona impiden que se realicen las acciones necesarias para sofocarlo. Lo que hoy se vive en la zona triqui ha ocurrido en otros puntos de la Mixteca donde existen conflictos entre comunidades, como en la zona limítrofe entre Santo Domingo Yosoñama y San Juan Mixtepec.      

Esto es particularmente grave porque México se ubica entre los cinco países de Latinoamérica con el mayor número de incendios forestales y la mayor afectación de sus bosques por esta causa.

Especialistas de la UNAM han alertado sobre la posibilidad de que este año se repita la situación que vivió nuestro país entre diciembre de 2020 y abril de 2021, cuando se enfrentó la segunda temporada más seca en una década y los incendios forestales causaron la pérdida de al menos 7 mil hectáreas de bosques, lo que trae como consecuencia que al haber menos zonas forestales disminuyan también las lluvias.

Este temor se basa en que la temporada de incendios forestales, que generalmente inicia en abril, se ha adelantado casi un mes, aunado a que en el Golfo de México y en el noroeste del país se han registrado menos lluvias que en los primeros meses de años anteriores.

De acuerdo con información oficial, hasta este jueves se registraban al menos 33 incendios activos en el país, los cuales habían provocado la pérdida de más de 4 mil 200 hectáreas de bosques.

En los últimos años el tema del combate a los incendios forestales ha enfrentado obstáculos de mayor magnitud, porque los presupuestos destinados a la Conafor se han reducido, lo que ha traído como consecuencia que se cuente con menos personal y equipo para hacerles frente.

En algunas zonas del país se ha recurrido a la contratación de personas de las comunidades para hacer frente a los incendios, lo que no sólo ha sido causa de accidentes, sino también se ha traducido en una menor eficiencia, porque los improvisados brigadistas en muchos de los casos carecen de la capacitación necesaria y del equipo adecuado.

Los incendios forestales no son un tema menor: son una de las muchas llamadas de atención que la naturaleza nos está haciendo ante el daño que los seres humanos le hemos provocado desde hace varias décadas con la deforestación, el crecimiento de las ciudades sin criterios de sustentabilidad y la contaminación, entre otros factores. El aumento de la temperatura, los cambios en los patrones de lluvias y las sequías cada vez más prolongadas, se producto de nuestra irresponsabilidad, y aumentan en gran medida las condiciones que favorecen la posibilidad de incendios, y que éstos sean cada vez más intensos y destruyan mayores superficies de bosques.

Lo que hoy ocurre en la zona triqui y en otras regiones del país nos debe llevar a una reflexión profunda, a tomar en serio el cuidado del planeta, a generar conciencia sobre esta problemática, y a que los tres órdenes de gobierno destinen los recursos necesarios a este tema, porque el futuro del planeta no admite austeridades ni tacañerías.          

Facebook: Sistema Radiofónico Informativo

error: ¡Contenido Protegido!