19 de marzo. La vacunación contra la Covid-19 en nuestro país ha sido un claro ejemplo de desorganización y falta de planeación; y lo que es peor, hay señalamientos e indicios de que pudiera estar contaminada por ingredientes político-electorales. Esperamos equivocarnos en este último punto.
El manejo de la pandemia por parte del gobierno federal ha dejado mucho que desear, pues se ha caracterizado por un discurso confuso y desorientador, contradicciones entre el presidente y los funcionarios de salud, opacidad en el manejo de las cifras de contagios y de muertes; el mensaje negativo que el mandatario emite todos los días al negarse a utilizar el cubrebocas, y la incongruencia del zar anticovid al pedir a los ciudadanos que se queden en casa mientras él vacaciona en una playa, o se pasea en la colonia Condesa de la Ciudad de México sólo unos días después de haberse contagiado de Covid.
A un manejo desaseado de la pandemia habrá que sumar las fallas en la aplicación de la vacuna, lo que ha generado insuficiencia del biológico, especulaciones, inconformidades, señalamientos, e incluso golpes y actos de violencia.
Esto ha ocurrido tanto en la Ciudad de México como en otras entidades del país, entre ella Oaxaca; y para muestra un botón: en fecha reciente la subdelegada de los programa de Bienestar en los Valles Centrales fue exhibida por presuntamente “apartar” vacunas para trabajadores de esa dependencia y Servidores de la Nación.
De acuerdo con capturas de un chat, la funcionaria federal priorizó reiteradamente la vacunación para los Servidores de la Nación y las UBAS, trabajadores de Bienestar, a pesar de que en esta etapa sólo deberían ser vacunados los adultos mayores, según el Plan Nacional de Vacunación.
Por otra parte, un presunto escolta de la delegada estatal de Programa para el Desarrollo de la Secretaría de Bienestar, amenazó con un arma de fuego al presidente municipal de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño, quien encabezaba una protesta en la sede de esa dependencia por la cancelación de las vacunas para adultos mayores de su municipio.
Apenas este miércoles pobladores de San Pedro Mixtepec se manifestaron frente a las instalaciones de la mencionada dependencia, sustrajeron mobiliario y lonas de las oficinas y los quemaron en la vía pública.
Por si fuera poco, integrantes de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) realizaron protestas en la ciudad de Oaxaca para exigir que todos los trabajadores de la salud sean vacunados, porque hasta el momento aún hay personal médico que aún no ha recibido la primera dosis, a pesar de que está en la primera línea de combate a la Covid. Y en esta región, personal de ese sector denunció el supuesto desvío de 250 dosis de la vacuna.
También ha habido señalamientos sobre el supuesto favoritismo para aplicar la vacuna a actores políticos vinculados a un determinado partido, e incluso sobre el presunto uso electoral de la vacuna, para ganar adeptos con miras a la jornada del 6 de junio próximo, lo que, de comprobarse, sería muy grave.
Lo que está fuera de dudas es que en el tema de la vacunación, como en el del manejo de la pandemia, las autoridades federales deben hacer un alto en el camino para revisar la estrategia y enderezar el camino, porque al paso que vamos no sólo no se cumplirán las metas establecidas por el presidente López Obrador, sino que la aplicación de las vacunas seguirá generando conflictos sociales, lo que puede enrarecer aún más el ambiente político preelectoral.
Es indispensable dar un golpe de timón y corregir el rumbo, porque lo que está en juego es la salud y la vida de millones de mexicanos. Como lo reza el dicho, con la salud no se juega.