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EDITORIAL. Sálvese quien pueda

SRI-8

12 de junio. Y parece que no hay para cuando…

El desempleo, la carestía, la angustia, la incertidumbre y la crisis económica están subiendo de nivel cada día en nuestro país, por causa de la pandemia del Covid-19 que tiene al mundo de cabeza.

Esta crisis que nos ha afectado y nos sigue afectando a todos aumenta cotidianamente la impaciencia, el hartazgo, la incertidumbre y la desesperación de las personas, lo que ha empezado a manifestarse de muy diversas maneras.

Tan sólo en Huajuapan han empezado a surgir las expresiones de inconformidad ante la situación que se está viviendo en el terreno económico: primero fue el grupo de ferieros, posteriormente algunos comerciantes que han conformado un bloque de ciudadanos afectados, y anteriormente los transportistas.

Y la cereza del pastel fue el anuncio realizado a mediados de la semana por la presidenta municipal Juanita Cruz Cruz y el obispo diocesano Teodoro Enrique Pino Miranda, en el sentido de que, debido a la pandemia, este año no se efectuarán la Expo Feria de Huajuapan y las festividades en honor al Señor de los Corazones.

Aunque ya se preveía, este anuncio vino a derrumbar las pocas esperanzas que aún albergaban los comerciantes y prestadores de servicios de Huajuapan, pues es de sobra sabido que las festividades del mes de julio representan una de las mayores derramas económicas que se registran en la ciudad, y la posibilidad de que los sectores antes mencionados puedan resarcirse de las pérdidas que arrojan los meses malos.

Desgraciadamente éste es sólo uno de los muchos problemas que se derivan de una situación que nadie esperaba, que tomó a todos por sorpresa y que nos sigue sorprendiendo cada día, porque nadie, ni los gobiernos ni los ciudadanos, estaba preparado para hacer frente a una crisis de esta magnitud.

Los indicadores de la economía nacional a la baja y los números rojos en las finanzas de los comerciantes, de los prestadores de servicios y de las familias son el pan nuestro de cada día: negocios cerrados, personal despedido, recorte en los sueldos, aunados al incremento de los actos delictivos, acentúan la exigencia a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para terminar con esta situación.

Los ciudadanos están cansados del aislamiento social que ha pegado de manera severa en sus bolsillos y en la economía familiar. Cada vez son más los que salen a las calles y, con o sin permiso de las autoridades, para reanudar sus actividades cotidianas, en parte por los mensajes contradictorios que un día sí y el otro también emiten las autoridades federales, pero sobre todo porque la situación que enfrentan es insostenible, pues el agua ya les ha llegado al cuello.

Esta situación es preocupante porque el relajamiento de las medidas sanitarias se traducirá, sin lugar a dudas, en un mayor incremento del número de contagios y de muertes por causa del Covid, y esto lo sabe la gente, sabe que se está jugando la salud y la vida, pero no son pocos los que dicen: “Prefiero morir de Coronavirus que de hambre”.

Y es que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en México no se han visto acciones gubernamentales destinadas a hacer menos difícil la crisis que enfrentan lo mismo las empresas que las familias. Los únicos “apoyos” del gobierno federal fueron el adelanto de las pensiones a los adultos mayores y personas con discapacidad, así como el anuncio de créditos PYME de 25 mil pesos, lo que en nada resuelve el problema.

La demanda de condonación del pago del servicio de energía eléctrica a todas las familias durante el tiempo que dure la pandemia ha recibido como respuesta un rotundo “NO”, a pesar de que en julio de 2015, quien hoy encabeza el gobierno federal promovió en el estado de Tabasco los llamados Comités de Resistencia Civil para no pagar la luz, y al llegar al poder les condonó los adeudos de al menos cuatro años.

En el mes de abril, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Oaxaca, el morenista Horacio Sosa Villavicencio, propuso que el Gobierno del Estado absorba el pago del servicio de energía eléctrica de la población durante seis meses ¿No sería más lógico que la Comisión Federal de Electricidad eximiera del pago del servicio a las familias durante el mismo lapso?

A más de tres meses y medio del inicio de la cuarentena en el país, la situación sigue siendo crítica, pues no hay ni habrá suficiente presupuesto para atender sus efectos, ni hay signos de que puedan fluir los apoyos gubernamentales para que las familias, los comerciantes, los prestadores de servicios, quienes han seguido “al pie del cañón” sosteniendo sus negocios, prácticamente sin ingresos y afrontando el pago de sueldos, impuestos y servicios, puedan empezar a reconstruir su economía.

Ante esta situación incierta, la pregunta es: ¿De qué manera los tres órdenes de gobierno van a salir adelante, y cómo van a apoyar a sus gobernados para que superen esta situación verdaderamente angustiosa? ¿Cuáles son las estrategias que van a emprender?

Urgen las respuestas, para dar certidumbre a los ciudadanos, que cada día están más desesperados ante esta situación.

Ojalá esta vez no aplique el “Sálvese quien pueda”, y que todos podamos salir de esta que, sin duda alguna, es la mayor crisis que nos ha tocado vivir.

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