01 de mayo. Las agresiones contra el personal médico que atiende a pacientes con COVID-19 han sido recurrentes y han ido en aumento en nuestro país.
Estas acciones han sido condenadas de manera prácticamente unánime por los gobiernos, el sector salud, los diputados, los senadores y los ciudadanos.
Es inadmisible este tipo de comportamiento por parte de algunos ciudadanos, ya que mientras en otros países aplauden, dedican canciones, agradecen y reconocen a sus médicos, enfermeras y trabajadores de la salud, en algunos lugares de México pasa todo lo contrario.
La poca empatía aunada a la ignorancia sobre el virus y sus efectos han puesto en jaque la integridad física del personal del sector salud.
Ante este panorama han levantado la voz varios sectores de la población; tal es el caso del Congreso del Estado de Oaxaca que ha pedido que se incrementen las sanciones contra las personas que realicen cualquier agresión contra el personal médico o de salud durante esta pandemia.
Incluso el Congreso solicitó a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), investigar a fondo las agresiones cometidas contra profesionales de la salud, reportadas en los últimos días en diversas regiones de la entidad.
Asimismo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Horacio Sosa Villavicencio, pidió a la Fiscalía investigar y sancionar el ataque más crítico, ocurrido contra un médico de Tezoatlán de Segura y Luna, quien a través de sus redes sociales denunció agresiones verbales y físicas por parte de una mujer que creyó que estaba infectado con el COVID-19.
A este caso, registrado la semana pasada en Tezoatlán, en esta región de la Mixteca, donde una paciente atacó con cloro a un médico particular, se suman el de un médico que trabaja en una clínica privada de la ciudad de Juchitán, en la región del Istmo de Tehuantepec, a cuyo vehículo una persona arrojo un huevo.
Pero estas no han sido las únicas agresiones contra los profesionales de la salud: también una pasante de medicina en la Central de Abastos de la ciudad de Oaxaca fue atacada por un hombre que trató de justificar la agresión argumentando que la joven contagiaría de CORONAVIRUS a las personas ahí presentes.
Al igual que en Oaxaca, en otros estados de la República se han reportado agresiones contra el personal médico.
Estas actitudes deben parar porque los médicos han sido una pieza fundamental para hacer frente a la pandemia que aqueja al país y al resto del mundo.
Los médicos y enfermeras han salvado muchas vidas, y algunos de ellos se han contagiado, al igual que otros trabajadores del sector salud. En México, y sobre todo en Oaxaca, con muy pocos recursos han hecho mucho. Baste recordar las condiciones en las que trabajan por la falta de insumos, materiales y equipo para su protección personal, y de equipos para atender a los pacientes.
Los trabajadores de la salud también sienten miedo, angustia y frustración ante las condiciones en que tienen que enfrentar esta crisis sanitaria, ante el riesgo de contagio, ante la posibilidad de agresiones derivadas de la ignorancia de la gente, y ante la imposibilidad de convivir con sus seres queridos en condiciones normales.
Esperemos que este tipo de actos irracionales paren de una vez por todas, y que exista una mayor empatía entre la sociedad y sobre todo con los médicos, enfermeras, camilleros, personal administrativo y de limpieza del sector salud, quienes en esta pandemia que nos tocó vivir, se juegan la vida todos los días, por salvar las de los demás.
No hay que olvidar que el peor enemigo del ser humano es la ignorancia.