Bienvenidos al Mundo de los Valores

LECCIÓN DE HIJOS

PAPÁ ESTAS REPROBADO

En una ocasión piden la presencia de papá en la administración de la escuela. La escuela había requerido la presencia inmediata del papá. El padre se resiste a ir, pues nunca había acudido, siempre había considerado que era obligación de la mamá. Finalmente a duras penas, jalones y estirones se presenta en la escuela, le entregan una boleta de calificaciones para que la revise y se mejore todo lo ahí consignado. Después de ver los resultados, las calificaciones eran francamente malas, solamente cincos, es decir reprobado. La primera impresión fue de asombro, después de ira y llega a su casa con el hijo, verdaderamente furioso, a empellones lo mete a la casa.

Y gritando le dice a su mujer, ¡ven a ver esto!, ¡tu hijo reprobado!

Aquel pequeño, asustado ante la furia del padre, no era capaz de emitir palabra alguna.

¡Para eso trabajo, para que obtengas esas calificaciones! ¡Uno se mata en el trabajo y tú me respondes de esa manera!

¡Mira nada más!, le comenta a su esposa.

La mujer toma aquella boleta y no lo puede creer, tanto sacrificio para nada, observa la boleta, la lee cuidadosamente, buscando alguna solución, la mira y repentinamente le dice al esposo:

Ya viste bien la boleta, ¿Ya la analizaste? Le señala enfáticamente

¡Si ya la vi!

¡Revísala bien!,…insiste la esposa

El hombre aquel con la furia todavía en su rostro empieza a leerla nuevamente y la cara de sorpresa fue tan manifiesta, que madre e hijo se vieron el uno al otro.

Era una boleta de calificaciones del hijo para Papa, en donde lo evaluaba:

A los chicos les habían pedido que calificaran el comportamiento y la conducta de papa y poder tener elementos para cooperar en bien de los estudiantes de aquel colegio.

Las calificaciones eran deplorables:

Cinco en elaboración de las tareas escolares. Nunca las había hecho con su hijo.

Cinco en tiempo de calidad. No había tenido nunca minutos de amor y comprensión para con el chico. No había tenido tiempo para escucharlo, comprenderlo, orientarlo

Cinco en jugar con el. El pequeño como hubiera deseado que algún día de la semana papá hubiera jugado con el. No había tenido tiempo para hacerlo porque estaba trabajando, sumamente ocupado.

Cinco en afecto. El chico no sabía lo que era un beso y un abrazo de papa. Solo había recibido gritos, groserías y en ocasiones golpes, de esos que nunca se olvidan.

Cinco en lectura. El padre no leía y le exigía a su hijo de forma incongruente que se dedicara a la lectura

Cinco en deportes y acondicionamiento físico. Papa era sedentario.

Cinco en toxicomanías: Era fumador y borracho.

Cinco en el tipo de películas que veía, solamente las de violencia extrema y sexo en abundancia, pero ninguna de cultura importante o de mejora.

Cinco en Nutrición: Papa era obeso

Cinco en Lenguaje: Papa era coprolálico, es decir, hablaba siempre acompañado de groserías y majaderías.

Cinco en cultura. Solamente sabia de Foot Ball y lo que leía en TV Novelas.

 

Cinco en superación laboral. Papa seguía en el mismo y modesto puesto de trabajo desde que ingreso a la empresa hace muchos años.

Cinco en colaborar para evitar el calentamiento global de la tierra. A papá no le importaba tirar la basura por la ventana, a platicar sobre el tema, apagar un foco en las campañas mundiales de ahorro de energía o cuidar el agua del baño

Cinco en contar con una misión y un proyecto de vida que compartiera con sus hijos. El vivía al día, como caiga. ¡Hay se va!

Cinco en superación personal: No tenia ni idea de que era la mejora continua, el desarrollo humano o el crecimiento espiritual. El solo sabia de amigos, parrandas, la siesta y perder el tiempo miserablemente leyendo pornografía o novelitas de vaqueros.

Cinco en comportamiento ético: Papa ignoraba la existencia de los valores universales y evidentemente que no los pregonaba ni con la palabra, ni con el ejemplo: Era escandaloso, deshonesto, irrespetuosos y participaba en marchas no éticas.

 

Papá: Estas reprobado.

Si nos pudieran certificar en los sistemas de calidad, como el sistema ISO 900 para dejar constancia de los estándares de calidad que tenemos como seremos humanos y específicamente como padres, quizás seriamos reprobados y por lo tanto significaría que no somos competitivos, que no somos atractivos para otras personas, igualito a perdedores.

Cuantos de nosotros estamos reprobados como padres, cuantos hemos sido irresponsables con aquellos que nosotros trajimos al mundo y luego nos quejamos de los resultados.

Que importante es descubrir a nuestros hijos, de que existen, de que son personas valiosas, ávidas de afecto, de comprensión, de detalles, de momentos de calidad. Descubramos a nuestros hijos. Ahí están esperando nuestra presencia.

En ocasiones los vecinos o los amigos saben más de ellos que nosotros los padres.

Preguntémonos en que hemos fallado como padres.

¿O solo son el resultado de un momento de placer?

¿O son el resultado de un plan existencial para prevalecer dignamente como parte de la humanidad al aportar seres humanos valiosos, en donde los hijos se convierten en esperanza de trascendencia?

Lo importante, es que tenemos la oportunidad de resarcir los daños hechos, de mejorar a partir de hoy, de aportar en el perfeccionamiento de los hijos con voluntad, disciplina, entrega y compromiso, pero sobre todo con amor de padres.

TODO EN LA VIDA ES CUESTIÓN DE PORCENTAJES PARA NO COMPETIR CON DIOS. No esperemos obtener un 10 de calificación como padres, solo Dios tendría 10, el Dios de su preferencia, pero tampoco nos quedemos con los brazos cruzados si estamos reprobados. Mejoremos el porcentaje.

 

CON EL AFECTO DE SIEMPRE

Servando Nava