Por muchos años ha existido la creencia de que darse un baño o nadar luego de comer podría traer resultados catastróficos para la salud e incluso ocasionar la muerte. Pero gracias a investigaciones recientes este conocido mito ha sido desmentido.
Según apunta el jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital Xeral de Vigo (España), Ricardo García Mayor, las consecuencias más frecuentes de bañarse en agua fría son los calambres, pero que, por lo demás, no existe ningún tipo de riesgo a no ser que se vaya a realizar «un esfuerzo físico fuerte durante un tiempo prolongado».
Solo en este supuesto sería recomendable esperar alrededor de dos horas para meterse en el mar. «De lo contrario pueden llegar a producirse vómitos y náuseas, pero lo mismo nadando en el mar que realizando cualquier otra actividad física en esas circunstancias», aclara.
Así que ya saben, no es necesario esperar tanto tiempo luego de comer, a menos que planeen nadar en zonas muy profundas o durante mucho tiempo.
Post Original: La voz de Galicia.